Y los árboles...
Un frío sábado de otoño, levantarse y mirar desde el balcón como los vientos estacionales despliegan sus fuerzas en los árboles que ven caer su intenso follaje, para continuar con las fases de este lado de la existencia. Volver la mirada y con ahínco buscarles, ¿por qué se esconden? ¿Dónde están?, ¿Por qué se mudaron?, ¿Quién los saco de sus lugares?, ¿Por qué nos abandonaron? Tristeza invade el momento de los cuestionamientos y la resignación aplasta el disgusto amargo de no volver a disfrutarles en el inicio del nuevo vivir del día. Las aves guardan silencio, los pajaritos emigran para encontrar el resguardo que tanto anhelan, desterrados son sus plumajes y sus cálidos nidos son expropiados, sin considerar el reposo de sus crías. Un mutismo incomodo se hace sentir en la despedida de los árboles. Árboles talados. Árboles mutilados Árboles marcados Árboles quebrados Árboles quemados Árboles incendiados Árboles olvidados Árboles abandonados ...