Pensamientos de reflexiones

Cuidado con creer en aquellos que quieren vender un paraíso terrenal.

Ojo con aquellos que sonríen demasiado, porque en el orden de lo real no todo es risa.

Atentos a los que dictan clases de moralidad, porque lo más seguro es que se esconden de su inmoralidad.

Lentos en aceptar un amor tan desprendido y con una inusual simpatía.

Un profundo interés por preguntar cómo estas, no refleja una buena intención.

Acercamiento tan repentino nos debe alertar de una profunda invasión a los espacios privados.

Quien indaga lo propio, tal vez quiera hacer colectiva la información.

La fidelidad de un amigo no se construye con un buen chiste.

Una exagerada alegría no sintoniza como una profunda amistad.

Quien se aleja del éxito del prójimo nunca se acerco una milésima en el dolor de este. 

Los lloriqueos no son genuinos reconocimientos, los actores lloran pero sin llorar la verdad.

Sospechar de todos no es correcto, pero confiar en todo es absolutamente necio.

Los que prometen fidelidad algún día la depondrán, ser eternamente fieles no es posible en el mundo de los infieles.

Dar las gracias con las manos cerradas, es querer mirar con los ojos cerrados.

Los murmullos retumban en los oídos de los sembradores de las contiendas.

Hablar tan bajito tal vez esconde la insolencia del corazón que se oculta en la suavidad o afable parecer. 

Ser genuino no es gritar a todos lo que se piensa, lo pensado no necesariamente es verdad.

Comentarios que disimulan la verdadera intención, detrás de lo bien intencionado se puede esconder el mal hábito de analizar la vida del otro y olvidarnos de mirarnos al espejo para sacar el bosque que tenemos en los ojos.