Sonrisa

Sonreír visiblemente aceptado , sonreír para qué.

¿De qué sirve sonreír? Políticamente correcto, en la esfera de los hipócritas, una expresión del eufemismo que no dicta la realidad. 

Lo que se siente en el momento, maquillar con un fingida sonrisa es la fase previa para ser aceptado, sin importar si es honesta o actuada la carcajada. 

Un rostro sin ella es una persona sin felicidad, alguien serio es rotulado de vivir alejado de ella, ¿Qué relación tiene aquello con la paz?

Algunos sonríen para no llorar, otros trabajan en la fábrica que busca estimularlas, su paga será el nivel de risotadas consertadas. 

Sonrisa que dice ¡hola! , que expresa simpatía o se vincula con un ¡no hay problema! Sus connotaciones varían de acuerdo a las conveniencias del momento.

 

Pagar por ella tiene un gran valor, el costo para algunos no importa, sencillamente debe ser obtenida, no importa el origen o su contenido, sin problemas es bien recibida por el paladar de los mortales. 

Desbordante en ocasiones, bien intencionada en otras o mal intencionadas, todo depende de la motivaciones, pueden variar entre la crueldad o la inocencia de un niño que sonríe al descubrir lo hermoso de las mariposas. 

Estampar o imprimirla en cada rostro no es correcto, suprimir su presencia tampoco debe ser la consigna, convivir con ella en armonía nos hará sentir su verdadero sentido, valorando la virtud que desprende cada instante experimentado. 

Invitada que llega de improviso o planificada circunstancia que buscamos con ansias que ella sea la estrella del momento. 

Sonrisas nerviosas, ansiosas o sarcásticas, su multiplicidad es considerablemente indeterminada, el contexto despierta su presencia, interpretar su utilización requiere de conocerla, ella no es el problema, más bien quien intencionada su acción deberá ser juzgado. 

No siempre sonreiremos, pero siempre debemos tener en consideración que su presencia no puede ser nublada. 

El tiempo dicta cambios, la variación de lo estados influye considerablemente en el fruto que nutrirá nuestras sonrisas. 

Es hermoso sonreír, un don recibido, que bien nos hace relacionarnos, sentarse y recordar con alegría las experiencias del ayer, regocijo de tenerla en nosotros, gratitud de expresarla y compartirla con aquellos que disfrutan verla en otros.