El mirar de sus ojos
Esa mirada que mezcla angustia y amor, no tiene igual en el mundo de las miradas indiferentes.
Esos ojos que hablan por sí solos, cuando comunican complicidad, ahí están cuidando de los pasos que daremos en el peligroso sendero del vivir.
Son profundos en lealtad, brillando de esperanzas que en un mañana no muy lejano volverá a sonreír el sol, alumbrando la variación de los Sentirse bien o sentirse mal.
Parpadeando de alegría, aplauden el nuevo amanecer, las pestañas que tiernamente se unen y luego se separan, exponen la unión entre ellas y el cuerpo, así están nuestras resoluciones, resueltos a enamorarnos cada día en día.
Quietos por un par de segundos, permitiendo ser observados con la precisión de aquel que consigna profundamente el sentido y valor de lo realmente hermoso.
Un ocaso es porsiacaso un pedazo de tan única belleza, sencillez en ella, simplemente compleja es la virtuosidad de sus colores, quién ha podido explicar tan exorbitante conjunto de virtudes que conforman el ser de esos ojos.
Cada mirada un atardecer, cada mirada un amanecer, cada mirada un anochecer, cada mirada un horizonte, cada mirada un arcoiris, cada mirada un abrazo, cada mirada un compromiso, cada mirada un te amo.
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