Felicidad infantil
Niños ¡qué libres son! Correr detrás de un globo. Saltar detrás de el, dulce travesura. Mirarlos jugar con ese elemento tan pasajero es hacer una pausa en el ajetreado sistema de los adultos, donde la felicidad es sinónimo de lo mucho, olvidándose que lo poco con significado, es lo que finalmente se inpregna en las capas de los recuerdos sonrientes de la infancia. Observarlos sonreír, disfrutar de esos momentos tan breves en su larga y compleja existencia. Un espacio de libertad, extender los brazos y sentir sus texturas, inigualables experiencias del mundo de los juegos infinitos. Travesuras que tendrán un leve suspiro, tal vez para muchos significa lo que no han recibido en sus espacios de acogimiento hogareño. Empujarlo, asombrados con una especie de balancín que se arranca de sus brazos y que luego tiernamente se dejan abrazar. Ante el acto de querer tenerlos sentados a la voz del que manda, ellos se dan el permiso de ser quienes deben ser. Limitar sus...