Invierno en la garganta
Quiero escribir.
Tan solo escribir.
Un tiempo para desahogarme,
un espacio donde extraer lo que duele decir,
cuando la garganta se aprieta
y la presión no permite
inhalar ni exhalar las palabras.
Qué complejo se vuelve todo
cuando el día no deja disfrutar los sabores,
y el sinsabor da sentido
a las grises tardes del invierno.
Volver a revivir las angustias del pasado
es sentir que nunca se irán,
que quedaron tatuadas
en las cicatrices de la memoria,
de quien busca, con desesperación,
aliviarse de los desgraciados momentos del ayer.
El frío vuelve todo melancólico y distante,
como quien abraza un fierro
en una plaza abandonada,
donde los niños, por azar o tristeza,
ya no juegan
en las frías tardes del hoy.
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