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Mostrando entradas de septiembre, 2022

Verdad envuelta en los miedos

¿Por qué nos callamos?, ¿Por qué guardamos silencio?, ¿Por qué se prefiere omitir?, No queremos discutir, hay algo de malo en ello, existe un problema en manifestar nuestras ideas, debatir por nuestros pensamientos e intercambiar nuestros credos, nos paraliza los miedos que provocan el ser rechazados. Detrás de las sonrisas políticamente correctas, que no quieren ver los ojos violentos de aquellos que cultivan la intolerancia de los tolerantes subjetivos.   En el rincón de los cobardes que arrancan de las confrontaciones, no quieren ser atacados   con las consignas de los discursos teñidos de sangre, rabia y odio. Nos escondemos de las hordas , de los enjambres protestarios que van acallando a todos aquellos que no conjugan con sus malas conjugaciones de los tiempos, con modos subversivos que arrasan con la complicidad de los callan la verdad. Ver a los supuestos héroes, abrazar a los cobardes que escupen su maldad, que vociferan sus mentiras, que se esconden de nobles causas,...

Verdad de lo aparente

Confundimos las verdades, acomodamos la realidad, escondemos las realidades. Máscaras que encubren, que colocan personajes, caricaturas de quienes en verdad somos, de la genuina esencia del ser, que disimula con sonrisas, miradas que desvían la centralidad de lo real. Abrazamos lo aparente, nos dejamos llevar como las aves en las corrientes del viento, como los peces en las corrientes submarinas, somos cautivos de los disfraces, oh, que fácil es ser persuadidos sin buscar los verdaderos argumentos de la verdad, entonces, perdemos la objetividad, cual ingenuo es hipnotizado por las palabras del charlatán, somos engañados por la opulencia del disfraz. ¿Qué poder hay en el engaño?, sean gatos o liebres; liebres o gatos, da igual, de todas formas somos embaucados por las ligerezas del necio corazón que nos nubla la visión, que dibuja espejismos creando burbujas insustanciales que no alimentan la honestidad. Nos lleva a las densas tinieblas del sin razón, nos deja inválidos, como quien desp...

Personaje abandonado

Un fraude considerablemente importante es la vida del que camina mostrando lo que realmente no es, enseñando un personaje asumido. Personaje de novelas que mueve sus pies destilando una invención, con asombro vemos su desplante al pasar por nuestro mundo. Oscura verdad, trágica realidad esconde un parlamento aprendido, fiel al libreto internalizado, que invita a intervenir en ciertos momentos y omitir en otros. Maquillaje que poco a poco cae, revelando el verdadero rostro que se oculta infelizmente detrás de la máscara del pobre intérprete de la seuda-realidad; escenografía que mal montada se viene al suelo, mundo ficticio que nunca podrá sostener la fingida interpretación de la hermosa verdad. Cansado de fingir, fatigado de vivir en un escenario, el hipócrita busca desesperadamente experimentar la agridulce aceptación de la realidad, ser sin ser lo que eres, jamás podrá conocer quien en verdad es. Duelo experimentado al ver morir el personaje del reparto, dolor de abandonar lo que imp...

Caída del engaño

Escuchar con un sólo oído nunca será correcto,  tal ejercicio nos priva de oír en su totalidad el cántico de los relatos. Ejercer un sólo sentido, sin utilizar los otros complementos nos incompleta de la realidad. Tan sólo dejarse llevar por la emoción del llanto, nublando la verdad, apagando la conciencia de las situaciones, lo genuino es cubierto por lo aparente. Lo supuesto sólo busca captar el engaño de los sentimentalistas, embaucar las  débiles razones del necio, que sin pensarlo se deja llevar por las lágrimas de la conveniencia del mentiroso. Despertar del engaño es complejo, ver la pobre realidad, unir cabos, entrelazar piezas, conectando cables y lograr ver lo engorroso del frause; sonrisas y lágrimas ameritan un tiempo de evaluación. Manipulación del corazón, suave abrazo mal intencionado que anula la visión, que apaga la reflexión, dando pie al destierro del pensamiento. Usar al otro, usurpar su tiempo, pintarle un espejismo, que fácil es caer en el juego de las ma...

Dos

Dos que caminan tomados de las manos, unidos en las miradas, aferrados al amor que envuelve las sonrisas de los que sin lugar a la pausa disfrutan de la conjunción de sus pasos. Dos que comparten sus experiencias, anécdotas del diario vivir, anhelos que se entrelazan en las manos, dedos que sienten, brazos que se levantan para animarse, voz del corazón que convoca a seguir la senda del bien amar.  Dos que se envuelven en los sueños de vivir agradecidos de los espacios del ayer, creciendo juntos, uno con otro, uno por el otro, sostenidos en el dador de la vida. Unidad convivida por dos que son el resultado del uno más uno.  Dos que se levantan en cada amanecer, la luz del día alimenta el esfuerzo de observarnos, escucharnos, respetarnos, animarnos y  fortalecernos en la Gracia.  Dos que abundan en complicidades, locas aventuras, imborrables situaciones que serán parte de la ruta recorrida, marcas que no podrán borradas por el pasar del tiempo.  Dos que enrolados ...

El valor del hoy

El afán del mañana pieza elemental del descuido del presente. Olvidamos el momento, poco lo disfrutamos porque nuestro pensamiento se fija en lo que vendrá. Dejamos de gozar los instantes del hoy, cálidos, sonrientes e importantes son los fragmentos vívidos, llenos de vida, alegres momentos son dilatados al paso de lo queremos. Pisoteamos el valor del ahora, los recuerdos que marcan la historia son aquellos que han trascendido del ayer, volviéndose esencia de nuestro caminar en el hacer. Paremos ¡por favor! Vale la pena parar, es necesario pausar, ¿por qué correr? Si seguimos corriendo no podremos disfrutar el arte de observar los momentos, conocer las virtudes y agradecer lo degustado. Detenerse del loco deseo que nos despierta el lejano horizonte de lo porvenir, ¿Cuándo beberemos el almíbar del hoy? Irreemplazables son los particulares encuentros en la pausa del tiempo, hoy es la etapa de abrazar el agradecimiento, mirarnos, pensarnos en lo que hacemos y sonreír por lo hecho. Valorar...

Hablar por hablar

Cuando hablamos sólo hablamos, entonces somos llevados cerro a bajo, deslizados en un precipicio  sin fin, hablamos sin mirar lo que narramos, hablamos sin escuchar nuestras palabras, relatamos desde la ceguedad, no escuchamos porque no queremos hacerlo, porque la verdadera razón se centra en la necesidad del egoísta de expresar su egoísmo.  No hay pausas, no existen parámetros, tal torrente del desenfreno, cuya erupción del volcán que destruye todo a su paso, la saliva inflamada, como una nube tóxica que contamina el ambiente, que daña los pulmones de los mortales indefensos que emanan de las mismas entrañas del abismo, el centro que arde sin poder ser apagado, ¿Quién podría apagar el incendio del hablar por hablar? Es un deleite expresar las ideas, bueno no sé si llamarles ideas, tal comentarios desprovistos de objetividad, sostenidos en el aire, vacíos en el vacío, ¿Qué hay en ello? Hablamos desprovistos de la conciencia de crear realidades o afectar el curso de ellas,...

Poesía

La poesía es un medio, un camino para llegar a las emociones, un transporte de los afectos.  Es el instrumento que se sostiene en los sentimientos, movidos por los mortales que con cada experiencia hacen una invitación a los  pensamientos a construir versos.  La vida, fuente que alimenta a los observadores, que rápidamente toman el lápiz en pos de la composición. ¿Quién no siente? Todos sentimos, cada uno convive con segundos, no podemos escapar de la necesidad de comunicarnos, decir al viento y hacer eco de los momentos de la existencia. Corremos detrás de los latidos, sentirlos en el oído es parte de la vida; misma vida que nos sorprende en cada instante, despertando el asombro de los sentidos. Descripción de los encuentros, enlaces de miradas, accionar de reacciones, sonrisas olvidadas, abrazos consumados, felices en la destellante realidad del vivir.  Figuras que bordean las palabras, exageraciones del pensar, comparar para ver similitudes de la realidad, hermosa...

¿Qué es la fe?

¿Por qué creemos? Es una interrogante muy importante en nuestras vidas, ¿qué somos sin la fe?, todos tenemos la necesidad de creer, en este proceso es necesario ver la validez de aquello que confesamos.   Abrazamos ideas, internalizamos conceptos, aceptamos consignas, nos movemos detrás de aquello que nos convence, corremos en pos de lo que endulza nuestras conciencias.  No es coincidencia que estemos aquí, llegamos o fuimos movidos, de cualquier forma nos trasladamos de un lugar a otro en pos de palabras. Cada día nos levantamos por una razón, compromisos si queremos darle un nombre, las obligaciones nos paralizan en cada momento, nos deslizamos en búsqueda de alcanzar nuestras metas y entonces, ¿en qué creemos?. Creamos, consideramos que los deseos nacen de aquello que soñamos, nos acomodamos en los cómodos colchones de los placeres, terreno del soñoliento, de aquel que cree aquello que lo acomoda, estrujando su credo, su filosofía o ideología barata, la cual carece de todo ...

Estaciones

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Vivaldi nos armoniza con sus melodías, dulces violines nos invitan a disfrutar los tiempos, las estaciones nos acompañan, ellas permanecen y nosotros nos vamos.   Encantos fluyen a través de sus notas, que intensamente endulzan nuestros oídos, nos hacen danzar en las nubes, los girasoles son mas hermosos, iluminan el campo, se abren para dar la bienvenida a un nuevo comenzar. Ellas están, nosotros pasaremos, seguiremos de largo en el curso de los ciclos. Confinados al destino de los hombres, aferrados a la belleza de las estaciones, pero sin poder estar un minutos más en ellas.   Cuando lo hermoso es honrado, cuando se destacan las virtudes. Cuando lo realmente es reconocido por lo que es; la objetividad se hace presente, llamando la atención de todos aquellos que han perdido el sentido de lo real. La belleza del Invierno es incuestionable, la paleta de colores es innegable en la primavera, el rocío que nos humedece en el Invierno es deseado por las tierras que anh...

Dictamen del tiempo

Nuestras conjugaciones no dictan directamente con aquel que dicta los tiempos. Nuestras proyecciones descansan en Sus soberanos momentos. Planificamos el mañana pensando en que posiblemente no llegará, nos sorprende lo inestable de nuestras proyecciones.  Creamos una probabilidad, pero lo único cierto es que de dará de acuerdo a Su voluntad.   No controlamos los tiempos, los esfuerzos no lograrán modificar lo que esta determinado en el  inicio del espacio.   Despacio vamos en mover de las ondas, nos dejamos llevar por la suave brisa que da la bienvenida al cierre de un nuevo vivir.  Suspirar y pensar en qué será del porvenir que nos espera en su llegar. Abrir los brazos para recibir el sueño, es el acto del que espera con esperanzas el mañana. 

Desconcierto

Ojos tenues, sonrisas sintéticas, caras pintadas, rostros fingidos, el mover del pelo afirmado en lo artificial. Sol gris, mar sin olas, mañanas sin luz, latidos sin corazón, Arterias que no fluyen. Valles sin flores, orejas sin poder oír, manos sin poder presionar, los brazos sin poder estecharlos. De frente sin poder mirarse, abrazos que no envuelven. Fríos planos, perspectivas distorsionas, pensamientos y realidades del que piensa pesimista de la vida. Nublado en pleno descubierto, decoloración del atardecer, borrosa luna que no alcanza a iluminar el camino del que propicia una razón. Sin las fuerzas del ayer, huesos desgastados, ideales apagados y proyectos arruinados.  ¿Qué sentido tiene todo aquello que no logra encender la fogata?  Pintar bajo la lluvia y creer que la pintura se fijará, que increíble es ver como sembramos en el concreto.  Seguiremos siendo aquello que deseamos, volveremos a despertar en el desastre creado por nuestras miserias.  Lagunas secada...

Impulso del querer

Decisiones, impulsos del momento, pensarlo no es parte del proceso, reflexionar de las consecuencias no sucederá, es mayor el deseo de lograr la cima del anhelo, suspiros de un corazón fijado en lo que codicia. No hay pausas para el ojo que brilla como reflejo del brillo destellante que provoca el objetivo, apresurado va en pos del que se adueñó del pensamiento. Desenfoque, mirada fijada, pensar y apelar a la disconformidad, creyendo que no hay quietud en agradecer lo que tenemos, convencimiento de que serás feliz por aquello que enamoro nuestra superficialidad. Acciones secuestradas por las ganancias del placer momentáneo, libre de tener, esclavo de lo deseado. Acceso condicionado al factor de las consecuencias, no podemos escapar de la razones que contienen ellas. Vivimos en las ilusiones del que piensa safarse del fruto de su hambre.  Lo inmediato convive con lo permanente. Las deudas se constituyen en la nula reflexión. Pensar en que no todo lo queremos debemos poseerlo.  ...

Interrogaciones del difuminador

El momento refleja el estado y la luz expone su condición. Abierta esta la cortina que nos permite ver el objeto descubierto.   Al descubierto lo cubierto, permiso para contemplar, ¿existe el tiempo para detenernos a conocer lo anteriormente oculto? Hay un interés muy profundo en revelar el secreto, en publicar lo privado, aquello que debe mantenerse donde corresponde estar, moverlo del lugar sería deslizar las confianzas. Buscar, escarbar lo intimo, esencialmente particular, en el rincón de lo propio, que necesariamente tiene un espacio en lo no comunicable. Interrogar, supuesta preocupación o verdadero deseo de escarbar en los pasillos del ser, entrar y privar de la privacidad. Involucrarse en las habitaciones de otros, invadir la precaución del que teme al comentario, que vuela cuando logra ver la peligrosa preocupación, que sutilmente aborda la confianza y que velozmente la quebranta.   Ahogando la credibilidad e inundando de miedos al que corre despavorido de las sombras ...

El ayer y ellos

Recuerdos que inundan los segundos, instantes del ayer invaden la quietud del presente, el pasado se hace invitado en el hoy. Las sombras de las oscuras calles de la infancia cubren las iluminadas tardes que ven caer la luz del sol y dan la bienvenida a la noche con sus deslumbrantes lumbreras; estrellas y la luna iluminan nuestras mención del ayer. Sonidos del pasado que evocan sonrisas, figuras que reconstruyen rostros, caras que forjan risas, miradas de aquellos que ya no están entre los suspiros del ahora. Sus personas forman pequeñas alegrías, construyen sentimientos, los cuales colapsan entre sonrisas y lágrimas de imágenes que sustentan a los personajes que forman la narrativa visual, inundando nuestras memorias de recuerdos, que con el pasar de los segundos se van borrando. Estos segundos, minutos del retroceso nos hacen viajar a las felicidades que se esbozan en nuestras mentes.  Luces o destellos de sus figuras que se desvanecen como la acuarela en los brazos del pincel, ...

Aplausos al espejismo

Enrolados vamos en las líneas del momento, espacios vacíos que requieren ser rellenos. Aserrín servirá para cubrir el área descubierta, anhelos de ser aquello que la moda pretende guiar. ¿Quién quieres ser? Lo harás para lograr safarte de la competencia de enseñar a otros lo lejos que puedes llegar. ¿A dónde quieres llegar? Vehículo o transporte que nos permita el desplazamiento al quién quiero ser. Hacer todo lo posible, existen limitaciones que paralicen los deseos del querer ser. Lucir los progresos, exponer el orgullo, despreciar el anonimato y arrancarse la virtud que sobrevive a la altivez de mirarse y verse cuan brillante somos en la oscuridad de la vaciedad.  Ojos atentos, miradas congeladas, todo en pos del torrentoso yo, que al pasar logra deslumbrar a los pasajeros del ocaso momento que viven las estrellas bajo el agua.  Aplaudir al ego, reafirma la roca que sostiene arrogantemente las redes del que súplica por una mirada o suspiro del consumidor de pantallas. ...

Venta de apariencias

Publicitar la piedad, mostrar a otros lo bondadoso que eres, enrostrar lo noble de sus fingidas actitudes. Verse o mostrarse de una manera en que otros admiren lo deseablemente adulado. Seguidores de una publicidad, buscando recoger palabras que refuercen el anhelo de la exposición. Fijación en darse a conocer y reafirmar que lo importante es enseñar a otros lo que tanto queremos, admiración o egolatría.  Enfocados en ser referentes de los que sólo buscan vender sus piedades al mejor me gusta. Sostenerse en encuadres, difundir o darse a conocer, soy esto y aquello somos. Un mundo que vende imágenes, que compra apariencias, deleitándonos en lo que otros nos hacen creer.  Acceder al mundo real, donde lo que realmente importa es la verdadera intención del pensamiento y no la manifestación del exhibicionista, que súplica el enfoque de otros en su yoismo. 

Ocaso

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Arde el cielo, enciende el atardecer, fuego que consume el día. El humo que nubla el sol, densa oscuridad cae en la ciudad. Ojo que fija su atención en la llama del cielo, nostalgia por lo que fue, esperanza por lo que vendrá. Un día menos o una noche más, la matemática de la vida, sumamos y restamos momentos. Descansa el alma de aquel que tiene certeza del mañana, disfrutando de la claridad y paz en la profunda oscuridad. Fotografía con derecho de autor JFMA 

Conjunción

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  Humedal de Batuco, Santiago de Chile

Unidos

Reconocer que nuestro recorrido ha sido un proceso sustancialmente hermoso, desarrollo en el crecimiento de unirnos cada día.  Tomados vamos de las arterias, corazones fijados en el propósito de encauzar nuestros flujos, unidos en pos de los latidos que bombean nuestros sentidos.  Afectos que impulsan nuestros sentimientos. Sentir por sentir no tiene razón, hay tantos motivos del porque sentir amor en razón de su verdad. Seguiremos subiendo la montaña de las experiencias, equipados para llegar a la meta de nuestro llamado. Un te amo, conlleva en que nos amaremos en el amor que hemos recibido. Vemos como cada mañana florece el espacio que compartimos, la paz de volver a observar la absoluta belleza que hay en su semblante.  Suspiro de quietud surge en el instante de abrir los ojos, infinita gratitud surge en el siguiente aliento de vida, compañera de un nuevo día, la abertura del día nos invita a recoger los frutos de la bondad que hay en el dador de nuestras causas. Los m...

Recorridos en la calle

Recorrer las calles y ver sus diversas realidades. No es posible quedar indiferente a las situaciones observadas. Es necesario pensar que ellas reflejan la condición de aquellos que habitan en sus veredas. Situarse en las complejidades de las comunidades, mirar sus esquinas que consumidas van por los vicios, desgastando a sus habitantes, secando sus manos, quemando los dedos, arrugados están bajo los efectos químicos que destruyen las dignidades que poco importan cuando las drogas han reducido sus libertades. Esclavos son de aquellos que no piensan en la vergüenza que hay detrás de sus siniestros intereses.  Egoístas van dando veneno a los niños, niñas, adolescentes, hombres y mujeres que mueren frente a sus puertas, suplicando por una maldita dosis. Son  adormecidos bajo la sombra de la muerte que no da tregua en carcomer sus afectos. Lo rentable no se paraliza, no importa si ello conlleva dolor y desprendimiento de lo más profundamente humano, el valor y la ética son parte d...

Miradas

Miradas van miradas vienen, escondiendo las intenciones, revelando el brillo que ilumina la relación de mirarse y no observarse. Miradas que enseñan lo que conviene o qué disimulan motivaciones, enseñados a mirar a los ojos cuando hablamos, pensando que aquello revela verdades y reafirma la veracidad del relator. Sin pensarlo algo comunican, pero nadie mueve normalmente su mirada sin tener la mínima motivación en hacerlo, nuestros ojos son rápidamente movidos al centro de lo que cautiva nuestro ser. Despreciarse es comunicable a través de nuestras miradas, reafirmar el enojo es posible, no hay razón para negar que lo dicho por medio de ellos. Se cruzan las miras en las vías de las convivencias, se alejan o se acercan de acuerdo a las conveniencias de la situación.  Fijamos los ojos, paralizamos el mundo cuando lo interesante se posiciona delante de muestras rutinas. Pensar que el mirarse en un ejercicio que cada día realizamos, pero hay tanto en ello que dicta nuestras posteriores ...

Calles

La calles tienen otros lenguajes, no son los  mismos códigos que dominas en la comodidad de tus altanerías. Ellas son diferentes, silenciosamente peligrosas, pasillos que tal vez no tendrán salida. Una vía sin retorno, las veredas crujen en el pavor nocturno. Aún el más audaz debe sospechar del viento a su favor, no hay quien pretenda tener la mano sobre ellas, el juego es sorpresivo, las apuestas de ganador no sirven en la realidad de sus desaciertos. Muchos las transitan rápidamente sin querer detenerse, las pausas son costosas, un valor que puede no tener el saldo para costear la vida del que teme el estruendo de los faroles que se apagan poco a poco con el paso del timorato que ruega en su alma el poder sortear la tormenta de las avenidas.  Muchos quisieron domar al indómito mundo, el subterráneo no es posible subirlo a las superficies, ahí estarán porque estarán por siempre en el lugar que recibieron como parte del destino.  Gritos, sectores de alta descarga, noches ...